Arzalluz dijo que toma buena nota de las amenzas lanzadas por los dirigentes de Herri Batasuna Jon Idígoras y Floren Aoiz, especialmente tras conocerse los planes del "comando Vizcaya" para acabar con la vida del consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa.

Aclaró que el PNV no se tomará la justicia por su mano, pero advirtió a los violentos del riesgo de que vascos, ajenos a la disciplina del partido que él preside, decidan acabar con la impunidad e quienes matan.

Por eso, reclamó nuevamente una actitud de convivencia pacífica al entorno de ETA, "no sea que gentes vascas, ajenas a la disciplina del PNV, tomen en serio sus palabras y decidan también acabar con la impunidad y la chulería de quienes matan, secuestran, extorsionan, agreden, queman coches de ertzainas, destrozan autobuses, trenes o comercios, pintan paredes, insultan, calumnian y mienten. Y lleguemos así a lo que ellos han comenzado hace tiempo y llaman enfrentamiento civil".

Azalluz agregó que "saben muy bien que si matan a uno de nosotros, el PNV no se tomará la justicia por su mano, ni seríamos los primeros miembros de la ejecutiva del cuerpo del PNV abatidos por las armas. Antes nos mataban los facistas, ahora no tenemos nada claro si nos apunta la pistola del abertzale o del leninista antisistema. En todo caso, es la de la intolerancia, del integrismo totalitario".

El líder del PNV comparó el entorno radical de los terroristas con la paranoia de Hitler y añadió que losintentos fallidos de asesinar a Atutxa pueden trasladarse a otra persona en cualquier momento, al igual que ya mataron al mando de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea.

"Mañana Atutxa puede ser sustituído por cualquiera de nosotros, porque necesitan hacer algo frente a este binomio o igualdad que establecen de Ertzaintza-PNV para satisfacción de sus propios. Es decir, para demostrar a su gente que hay orden", afirmó el líder del PNV.

Arzalluz deploró la intolerancia de los etarras al proclamar que la rtzaintza es el brazo armado del PNV e indicó que cualquier día declararán como enemigo al movimiento Elkarri o incluso a Herri Batasuna, si alguna vez se atreven a llevarles la contraria.