Los hechos ocurrieron poco antes de la cinco de la tarde, cuando unos viajeros encontraron un maletín de ejecutivo abndonado en el vestíbulo de la estación, lo que despertó sus sospechas.

Tras comunicar los sucedido a los empleados del Metro, éstos decidieron avisar a la policía, que desplazó al lugar a un equipo de artificieros.

Como medida de precaución, los funcionarios acordonaron la zona, mientras que el servicio de trenes quedó interrumpido desde las cinco hasta las seis menos cuarto de la tarde.

Los técnicos procedieron a la explosión controlada del maletín y posteriormente comprobaron que en su intrior no había nada sospechoso, encontrando tan sólo restos de papeles y documentos.

La psicosis producida en los ciudadanos tras los atentados terroristas de ayer, que costaron la vida a un teniente del Ejercito de Tierra y causaron heridas muy graves a otras tres personas, han provocado que el las últimas horas la policía haya recibido llamadas de vecinos que alertaban sobre la existencia de objetos sospechosos.