Fuentes de la investigación indicaron que no se descarta que la presencia policial hiciera huir al comando que preparaba la acción, calificada por el gobernador civil de Barcelona como "un regalo de fiestas".

Tdos los indicios apuntan, según fuentes del Gobierno Civil de Barcelona, a que ETA preparaba otro atentado en la ciudad. La carga encontrada en el automóvil, un Ford Fiesta de color rojo sin matrícula, era de baja potencia, ya que sólo contenía 7 kilos de amosal. No obstante, las mismas fuentes aseguraron que su explosión habría podido tener graves consecuencias.

Una patrulla del servicio de control y prevención antiterrorista de la policía de Barcelona sospechó de un vehículo aparcado en la calle Nosra Senyora del Port, en la Zona Franca, cerca del anillo olímpico, poco antes de las cinco de esta mañana, cuando pasaba por aquel lugar.

En el asiento posterior del automóvil había una bolsa de la que salían unos cables. Tras acordonar la zona, los artificieros desactivaron un artefacto preparado para explotar y cuyo contenido estaba compuesto por siete kilos de amosal.

El nuevo gobernador civil de Barcelona, Jaume Casanovas, manifestó que con esta acción terrorista ETA pretendía hacer "un regal de fiestas" y que todo hace pensar en que la autoría es de esta banda, "por las actitudes y la forma de trabajar". En opinión de Casanovas, el atentado podría haber sido preparado para hoy o mañana.

Fuentes del Gobierno Civil de Barcelona señalaron que ETA intenta volver a actuar en Cataluña, Aragón y Valencia y recordaron que la semana pasada se desactivó otro artefacto colocado al lado del cuartel de la Guardia Civil de Ayerbe (Huesca).

La consejera de Gobernación de la Generalitat, Maria Eugeia Cuenca, por su parte, felicitó a la policía por su actuación y dijo que "hemos tenido mucha suerte de poder descubrir este coche cuando se estaba preparando para ser un coche de terror, que estos días hubiera tenido un impacto realmente muy grave para la población".