Al grito de "Sin seguridad no hay libertad" y ondeando banderas españolas, sin escudo, los manifestantes se dirigieron hacia la plaza de Chamberí, donde el presidente de Democracia Nacional, Manuel Canduela, pronunciará un discurso de corte xenófobo, según lo previsto.

Canduela, en declaraciones a los periodistas antes de comenzar la marcha, se preguntó si "¿llamar escoria a bandas de delicuentes es erróneo? Estamos en todo nuestro derecho de llamarles así". "Exigimos -agregó- la repatriación inmediata de los delicuentes y los ilegales en nuestro país".

Unos 80 agentes de Cuerpo Nacional de Policía, con seis Unidades de Intervención Policial (UIP) y un helicóptero de apoyo, custodian la marcha, que fue prohibida el pasado lunes por la Delegacion del Gobierno en Madrid, aunque tras recurso de Democracia Nacional, resultó autorizada finalmente por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

La autorización de la manifestación ha despertado la indignación de partidos politicos como IU, y organizaciones sociales como Movimiento contra la Intolerancia, que creen que abre las puertas a otras de corte similar contra las personas inmigrantes o de etnias diversas.

Ésta es la primera manifestación que DN convoca tras el asesinato del joven de izquierdas Carlos Javier Palomino, que fue apuñalado por un neonazi el pasado noviembre en el entorno de otra manifestación convocada por el mismo partido y con el mismo fin en el barrio de Usera.

(SEGUIRÁ AMPLIACIÓN)