Los armadores, al igual que la Xunta, consideran fundamental eliminar el trato discriminaorio que sufre España en materia pesquera, pero temen que la decisión alcanzada en las negociaciones para el ingreso de Noruega en la EU no se mantenga como firme.

Un portavoz de la asociación ARPESCO de La Coruña recordó que en junio de 1993 los ministros de pesca de la CE acordaron poner fin al período transitorio de la pesca para España y Portugal, pero después la oposición de países como Irlanda e Inglaterra impidió que el acuerdo se plasmara en un reglamento vinculante. Para este portavoz, ahora odría ocurrir otro tanto.

Por su parte, el gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo, José Suárez Llanos, coincidió en los mismos temores y subrayó la importancia que tendría la supresión de las discriminaciones para la flota gallega. También lamentó que las cuotas de bacalao acordadas para la flota española no lleguen ni a la mitad de lo que solicitaban los armadores, 6.300 en lugar de 14.000 toneladas.