Scilingo reconoció ante Garzón haber arrojado al mar al menos a treinta personas desnudas y sedadas desde aviones que tenían como base la trágica Escuela Superior de la Armada (ESMA) con sede en Buenos Aires.

Garzón decretó el pasado mes de octbre la prisión para Scilingo bajo fianza de cinco millones de pesetas que más tarde rebajó a 500.000 pesetas.

La decisión del juez de poner en libertad al ex capitán se produce tras recibir un fax de la esposa de Scilingo, residente en Argentina, en el que relata la penosa situación económica de la familia.

No obstante, el ex capitán argentino deberá comparecer semanalmente ante la justicia espàñola y le ha sido retirado el pasaporte para que no pueda abandonar el país.