Ardanza agregó que la Mesa de Ajuria Enea es "soberana en sus decisiones" y que se procurará el máximo consenso entre sus miembros y la unidad de los partidos.

Además, el máximo representante del nuevo Gobierno tripartito vasco señaló que el Ejecutivo regional considera que el acuerdo para la normalización y pacificación de Euskadi sigue siendo "el pilar fundamental en esta materia" y que será la referencia básica para todas las instituciones y la sociedad.

Sobre la posiblidad de hacer un llamamento a HB a que forme parte del foro por la paz, Ardanza clarificó que es una condición imprescindible para la entrada en el mismo "la firma o la aceptación en su integridad del texto del acuerdo firmado en el 88".

La nueva orientación de la Mesa hacia la reconciliación expresa, a juicio de Ardanza, "la voluntad gubernamental de recuperar el espíritu más originario del acuerdo".

Durante su discurso, Ardanza se refirió reiteradamente a la necesidad de "estabilidad" del gobirno tripartito que formarán PNV, PSE-EE y EA, a fin de atacar los problemas de empleo y competitividad, y abrir nuevos mercados a las empresas vascas.

En el capítulo de la solidaridad, Ardanza dijo que el euskera se encuentra en una situación de "desventaja" con respecto al castellano, y que su ejecutivo pretende conseguir la transferencia de todas las competencias pendientes.

Ardanza finalizó su discurso asegurando que no hará oidos sordos a la oposición, y mostrándose abierto a lograr consensos"que superen la mayoría gubernamental en las materias de mayor relevancia para la sociedad".