En una rueda de prensa, Ardanza argumentó que dos legislaturas son el tiempo máximo ideal para que un lehendakari esté al frente del Ejecutivo vasco, y señaló que sus 12 años en el Gobierno con cuatro gabinetes distintos le han reforzado en esa convicción.

El lehendakari confesó que desde el 24 de enero de 1985, en que fue elegido por primera vez presidente vasco, ha intentado cambiar l ley para fijar ese límite máximo, pero diversos problemas con sus socios de gobierno se lo impidieron.

Añadió que si esta ley se hubiera aprobado, no se hubiera producido en su día la escisión en el PNV que dió lugar a Eusko Alkartasuna, partido que lidera Carlos Garaikoetxea, que fue lehendakari vasco.

Ardanza recordó que en 1990 envió una carta a su partido en la que anunciaba su deseo de retirarse, pero que la Ejecutiva del PNV le convenció para presidir una nueva legislatura.

Sin embarg, a finales de 1993 quedó sellado un compromiso no escrito con su partido por el cual se acordaba que la presente sería la última legislatura presidida por Ardanza.

Señaló que con 55 años se encuentra en una época de plena actividad mental y que para él hubiera sido más fácil seguir que marcharse.

El lehendakari del Gobierno vasco, que no quiso barajar nombres sobre su hipotético sucesor, sí aseguró que va a ejercer en plenitud sus funciones durante el año y medio que resta hasta el final de legilatura.

Tras dar las gracias a sus colaboradores, a su partido y a la sociedad vasca en general por la confianza otorgada, Ardanza dijo que no tiene ningún plan de futuro y reiteró su decisión de abandonar la política.