ARANZADI DICE QUE NO ENTRARA EN LA NEGOCIACION POR LA CSI DE LA PARTCIPACION DE EMPRESAS PRIVADAS EN EL PROYECTO DE SESTAO
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El ministro de Industria, Claudio Aranzadi, afirmó hoy que el Gobierno no negociará por la CSI la participación que pueden tomar las empresas privadas en su proyecto para construir una acería compacta en Sestao, dedicada a la producción de acerosplanos, aunque sí expresó la voluntad de su departamento de fomentar los contactos para que se produzca algún acuerdo.
Aranzadi, que intervino en un encuentron con periodistas organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), señaló que "no voy a decirle a ninguna de las partes en negociación qué es lo que tienen que hacer", y señaló que la única condición de su ministerio a posibles socios privados de Sestao es que el estado siga manteniendo el control de la factoría.
ara el ministro, es falso el argumento de Bruselas de que sólo si los privados tiene la mayoría del proyecto de Sestao se podría restar del volumen de inversión estatal previsto para el ajuste de la CSI los 70.000 millones de pesetas que cuesta la acería compacta, y agregó que "tanto si tienen mayoría como si no esas empresas se arriesgan igual porque ponen su dinero".
Con estas palabras, el ministro de Industria mantiene la polémica suscitada entre su departamento y la Comisión Europea, y que le ha legado a defender ante los demás responsables de Industria de la CE que si no se trata con términos racionales el plan español de la siderurgia, vetará el resto de la reestructuración siderúrgica de los "doce".
La idea de Industria es lograr un acuerdo con uno o varios socios privados de la industria siderúrgica española o extranjera para que inviertan parte del coste que conlleva la "miniacería", para lo que se constituiría una sociedad anónima, aparte de la Corporación Siderúrgica Integral, que permiiría un reparto del capital.
SIN CONTROL EXTRANJERO
Por otra parte, el ministro expresó su rechazo a cualquier operación financiera que permita a una firma extranjera tomar el control de empresas eléctricas españolas, en clara referencia a la posible venta de más de un 7 por cien de Hidrocantábrico a la firma norteamericana Southern Company, que junto a Fenosa le otorgaría el lugar de primer o segundo accionista más significativo.
Esa operación entre Hidrocantábrico y la firma norteamericana esla respuesta de los propietarios tradicionales de la compañía eléctrica asturiana contra la ofensiva de Unión Fenosa, que tras varias adquisiciones de capital de Cantábrico en bolsa se ha hecho con cerca de un 7 por cien de la compañía y amenza con asumir su control.
(SERVIMEDIA)
05 Mayo 1993
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