Preguntado varias veces por Puigdemont y Junts en su intervención en esta tribuna informativa organizada por Nueva Economía Fórum en Barcelona, Aragonès garantizó como presidente que “todas las personas que regresen a Cataluña tendrán las medidas de seguridad que correspondan”, y en particular “las personas que han tenido una relevancia política tienen que tener garantías de su propia seguridad”, de forma que su predecesor “también la tendrá”.

Esta garantía no le impidió expresar durante toda su intervención varios reproches a su rival por el electorado independentista. Cuando se le preguntó por la posibilidad de una unidad política con Junts, emplazó que habrá que preguntar a las fuerzas políticas que han rechazado los presupuestos de la Generalitat sin alternativas.

En otro momento, Aragonès lamentó que Junts abandonara el Gobierno de coalición con el que comenzó la legislatura o que antes de ello le exigiera someterse a una moción de confianza. Así, confesó haber tenido “la sensación de tener a la oposición dentro del Gobierno”, y, ante la llamada de Puigdemont a la unidad, le replicó que eso “se tiene que demostrar con hechos” y “haberla practicado en los últimos tres años”.

También en sus respuestas sobre la relación con el Gobierno español, Aragonès presumió de que ERC fue pionera en ese “camino de diálogo” al que “hoy se ha sumado todo el mundo”, en clara referencia a Junts.

A esa apuesta atribuyó los indultos y la eliminación del delito de sedición “que permite que haya gente que se pueda presentar a las elecciones incluso antes de la amnistía”, aludiendo tácitamente al propio Puigdemont, y reivindicó la coherencia de ERC frente a la estrategia de la “confrontación” que daba “pocos resultados prácticos”; una crítica velada más a Junts.