Asimismo, solicitó la elaboración de un Plan Nacional de Abastecimientos de Emergencia, donde se fijen y prioricen, de forma consensuada con las comunidades autónomas, las obras que es preciso acometer de manera más urgente en todo el país.

Boné, con el trasvase a Barcelona de fondo, derogado hoy por el Gobierno, defendió en la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente celebrada en Madrid, la necesidad de que se marque "un nuevo manual de procedimiento, que sirva de mecanismo de diálogo y participación institucional, territorial y social, donde se garantice la información transparente y donde sea necesario escuchar a todas las partes afectadas e interesadas, más allá de lo que preceptivamente sea obligatorio por ley y siempre desde el respeto a la unidad de cuenca".

El consejero aragonés esgrimió esta fórmula para "poder superar, en un futuro, las situaciones de crisis, y podamos evitar nuevas confrontaciones entre comunidades autónomas". "De hecho", agregó, "si no se toman las medidas oportunas, es previsible que las situaciones de emergencia puedan repetirse con más frecuencia en un futuro, ante los efectos del cambio climático".

Boné se congratuló por que Cataluña haya superado "holgadamente" su situación de sequía gracias a las precipitaciones de abril y mayo, que han permitido un aumento de las reservas de agua de las cuencas internas catanas.

Advirtió, no obstante, de que cualquier futura conducción entre cuencas internas catalanas deberá ser independiente y sin conexión alguna con la del minitrasvase a Tarragona.

"Los errores cometidos en la gestión de esta crisis", dijo, "deben servir para extraer conclusiones y experiencias, que eviten caer en los mismos fallos cuando vuelvan a producirse episodios de emergencia y, en general, cuando sea necesario establecer acuerdos, que en todo caso deben basarse siempre en un análisis de las mejores soluciones, consensuado con las cuencas afectadas, y no de forma bilateral entre el Estado y la Comunidad Autónoma correspondiente".