Osera, localidad de la provincia de Zaragoza, es uno de los casos más llamativos de esta situación, ya que aproximadamente el 40 por ciento de las edificaciones no se ajustan a la normativa vigente.

Unos 300 edificios de este municipio ribereño han sido levantados en suelo rústico y los terrenos no cuentan con licencia o autorización para parcelarlos, urbanizar, construir y ni siquiera para ocuparlos, ya que la Ley del Suelo señala qe en suelo rústico la edificación sólo es posible en casos excepcionales y nunca con fines urbanizables.

El consejero de Ordenación Territorial del Gobierno de Aragón, Isidoro Esteban, señaló en relación a la situación de las edificaciones ilegales de Osera que "si el alcalde está por el derribo es él el que tiene que ejercerlo. Nosotros le facilitaremos el apoyo legal y material necesario para que aplique la legislación".

Sin embargo, el Ayuntamiento de Osera desconoce la identidad de los propiearios de muchas de las parcelas en las que han sido construidos los edificios sin licencia, lo que representa un problema a la hora de ordenar su derribo.

Gran parte de los terrenos no disponen de escritura que certifique su propiedad, a lo que se suman las deficiencias sanitarias y de infraestructuras de la colonia de edificaciones ilegales, que acarrean problemas sanitarios.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Osera ha abierto expedientes sancionadores a los propietarios de las viviendas ilgales, que podrían concluir con la aplicación de sanciones económicas o con el derribo de las edificaciones 'piratas'.