Bono y cuatro de sus asesores almorzaron con bandejas de ibéricos y piezas de fruta en la cafetería del Congreso, al terminar una sesión que se prolongó hasta las cuatro y media de la tarde y tras un fallido intento de comer en el Hotel Palace, situado frente a la Cámara Baja.

Una vez terminada la comida, el ministro y otras tres personas de su departamento abandonaron la cafetería mientras un cuarto se percataba de que se iban sin pagar la cuenta, por lo que retrocedió y se dirigió a la barra para abonar la factura con su tarjeta de crédito.

Mientras se ejecutaba la operación, recibió tres llamadas apremiándole a que bajara al coche, donde le estaba esperando la delegación con el ministro, a lo que respondió reprochándoles que se hubieran ido todos sin pagar y le dejaran allí para solucionar el tema.