Las nuevas normas que rigen el urbanismo local autorizan la construcción de bloques de vivienda con un máximo de tres alturas, así como viviendas pareadas y unifamiliares. La mitad de la edificación se reservará a pisos protegidos.

De total de 233 hectáreas de terreno previstas para el crecimiento metropolitano del municipio, 140 serán masa arbolada y vegetal, lo que supone un 60% del área delimitada.

El número de viviendas que se levantarán en este desarrollo urbano lo determinará el futuro Plan Parcial que aún está sin desarrollar, aunque la mitad de la superficie corresponderán a viviendas protegidas.

El planeamiento municipal hace especial hincapié en la protección y cuidado de la vía pecuaria Cañada de los Rileros, que atraviesa el Sector urbanístico y cuyo suelo ha sido calificado como no urbanizable de especial protección y ha sido excluido del sector urbanístico. Además, se ha previsto la construcción de una depuradora que asegure el saneamiento de la zona.