APROADA LA FUSION ENTRE EL CENTRAL Y EL HISPANO POR LAS JUNTAS DE ACCIONISTAS DE AMBOS BANCOS
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Las Juntas de Accionistas de los Bancos Central e Hispano Americano, reunidas hoy en Madrid por separado, aprobaron la fusión de ambas entidades para constituir el Banco Central Hispano Americano (BCHA), la primera institución financiera de España.
El "sí" dado hoy por los accionistas tendrá como colofón en las próximas semanas la firma de un acuerdo con los sindicatos en el quese establece el principio de que las reducciones de puestos de trabajo se realizarán mediante bajas incentivadas y jubilaciones.
Para estimular esa adhesión, la operación de fusión irá acompañada de una paga extraordinaria a los empleados, en acciones por un valor equivalente a una mensualidad de su salario.
El proceso de fusión estará jurídicamente concluido antes de fin de año y podría estar prácticamente ultimado antes de que concluya 1992. Las exenciones fiscales que solicitarán los presidents del Central, Alfonso Escámez, y el Hispano Americano, José María Amusátegui, se elevan a 93.000 millones.
La nueva entidad será una de las dos más grandes del sistema financiero español, junto con la Corporación Bancaria de España, y tendrá un grupo industrial capaz de generar el 4 por ciento del PIB.
El BCHA tendrá empresas líderes en prácticamente todos los sectores, entre ellas Dragados y Construcciones, Grupo Vitalicio, Seguros La Estrella, Cepsa, Campofrío, Viajes Marsans y Sociedad Genera Azucarera.
En el terreno estrictamente bancario, los activos del BCHA ascienden a 7,7 billones de pesetas, sus recursos de clientes a 4,9 billones, la inversión crediticia a 3,6 billones y la cartera de valores a 799.819 millones.
AUMENTO DE BENEFICIOS
En su discurso ante las Juntas de Accionistas, Amusátegui y Escámez se mostraron convencidos de que la fusión supondrá un aumento de los beneficios de la nueva entidad en 1992 en relación a la suma de los que obtengan el Central y el Hispano est año.
Amusategui apuntó como objetivo a medio plazo del BCHA lograr que los beneficios de la entidad fusionada aumenten entre un 15 y un 20 por ciento respecto a los que tienen actualmente. Añadió que el aumento de tamaño debe estimular la rentabilidad y no al revés.
Ambos opinaron que la banca española es "una de las más sanas del mundo" y que el menor crecimiento de la economía este año y en 1992 hará que sus cuentas de resultados no sean tan brillantes como las de ejercicios precedentes, pero o supondrá ninguna amenaza para su solvencia.
Finalmente, se mostró contrario a constituir con las empresas dependientes del BCHA una corporación industrial similar a la creada por Banesto. En su opinión, eso sería como meter en "una jaula de oro" sociedades que no tienen nada que ver unas con otras.
Las Juntas de Accionistas, al aprobar la operación de fusión, dieron también el visto bueno a que Escámez sea el presidente del BCHA hasta el 31 de diciembre de 1992, en que cederá el cargo a Amusáteui.
(SERVIMEDIA)
30 Oct 1991
M