A la luz de la sentencia, Antonio Pousa rechazó las acusaciones de que los trabajadores rechazaban ofertas de empleo y señaló que "ahora deberá haber un ofrecimiento real de puestos de trabajo y luego estudiaremos si ese ofrecimiento se produce en condiciones adecuadas"

El Juzgado de lo Social, considera en su argumentación de la sentencia, que la empresa en la que deberían ser recolocados los trabajadores carece de existenca física, y se limita a "unos terrenos y un cartel con su nombre" por lo que estima pertimente la impugnación que los trabajadores habían presentado contra el laudo.

Además de expresar su satisfacción por la sentencia, el representante del comité de empresa Manuel Franqueira, mostró su esperanza en que finalmente se acometa la diversificación interna de la factoría "con la fabricación de matricería de aluminio y de componentes para equipos de producción de energía eólica que nos ha prometido la Consejría de Industria", aunque defendió, de todas formas, que la empresa "no abandone su línea tradicional de fabricación de armamento".