Romero expresó bromeando s temor a que le entre el "mono" de escaño en las próximas semanas y se ponga con un megáfono frente a la puerta del Congreso de los Diputados a hacer preguntas a los ministros que pasen.

Romero dijo que ha cumplido su compromiso de renunciar al escaño y no ha querido que se haga con él una excepción de compatibilidad de cargos, porque en Izquierda Unida "no debe haber dos varas de medir".

Numerosos dirigentes parlamentarios y periodistas asistieron a la copa de despedida que ofreció el político mlagueño en el Congreso de los Diputados. Entre otros, acudieron por el PP Rodrigo Rato, Loyola de Palacio, Federico Trillo y Luis Ramallo.

También estuvieron Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV, y Luis Mardones, de Coalición Canaria, así como la plana mayor de la dirección de Izquierda Unida. No acudió ningún representante del PSOE y de Convergència i Unió (CiU), dos formaciones que han sido blancos habituales de las críticas de Romero.

El coordinador general de IU, Julio Anguita, definió a Romerocomo un político "brillante y eficaz" que ha demostrado ser una "esponja" a la hora de captar la realidad del país.

Anguita se mostró convencido de que Romero volverá pronto al Congreso y señaló que su ausencia de los escaños no será óbice para que siga interviniendo en la vida política desde la dirección federal de IU. "No estamos para perder gente de talla", afirmó.

El coordinador regional de Andalucía, Luis Carlos Rejón, también presente en el acto, dijo que los enemigos políticos de Romero va a tener que seguir "temblando", porque el diputado de IU seguirá "subiendo a Madrid de vez en cuando" aunque abandone la Carrera de San Jerónimo.

La dirigente madrileña de IU Isabel Vilallonga regaló a Romero el libro de Manuel Vázquez Montalbán sobre "La Pasionaria" y el grupo parlamentario le hizo entrega de un bolígrafo, para que Romero escriba el libro que le ha encargado una importante editorial.

Hasta en la apertura de los regalos, Romero mantuvo su característico humor: "No sé si será unacinta del CESID. En cualquier caso, es un regalo que acepto porque sé que no se ha pagado con fondos reservados".

Romero, de 39 años de edad, tenía previsto despedirse hoy como diputado con una pregunta en el pleno del Congreso a Felipe González sobre las escuchas del CESID al juez Baltasar Garzón. Sin embargo, González no acudirá y contestará la pregunta en su lugar, previsiblemente, el ministro Julián García Vargas.