El Consejo Municipal de esa formación política en Málaga aprobó hoy por amplia mayoría la candidatura de Antonio Romero, que ya había recibido el apoyo de distintas agrupaciones. El diputado logró 67 otos de los 69 válidos, y ninguno en contra.

Tras ser nominado como candidato, alentó a las bases de Izquierda Unida en Málaga a trabajar para que "al gobierno de la ciudad llegue un equipo de izquierdas", para así acabar con la mayoría del PSOE, "que ha gobernado en contra de los barrios de Málaga".

El candidato a alcalde aseguró que su gestión irá encaminada a conseguir una "Málaga para el siglo XXI que sea el orgullo de todos los malagueños por su calidad de vida y prestación de servicios".

El diputado señaló que, si sale elegido alcalde, "dejaré mi escaño en el Congreso" para "dedicarme en cuerpo y alma, las 24 horas del día, a sacar adelante la ciudad", porque "no soy Luis Yañez ni Celia Villalobos".

Anunció que una de sus principales tareas al frente del Ayuntamiento de Málaga será conseguir la plena transparencia en la gestión, para lo que propuso que los colectivos sociales tengan la oportunidad de participar y controlar las decisiones de la administración local. "El Ayuntamiento" dijo Romero, "tiene que tener las paredes de cristal".

La carrera electoral para la alcaldía de Málaga enfrentará a Antonio Romero, Celia Villalobos y el andalucista Miguel Angel Arredonda contra un candidato socialista todavía por determinar, un puesto para el que se perfilan Pedro Pérez, actual presidente de Tabacalera y ex secretario de Estado de Economía, y el ex consejero de Trabajo de la Junta de Andalucía Francisco Oliva.

Romero criticó la nominación de Villalobos, al considerar que su nobramiento se hizo "por teléfono, desde Madrid, y en contra de los cuadros de su partido" en Málaga. Sobre Pérez Pérez, dijo que "el secretario de Estado de la 'política del pelotazo' no puede ser alcalde de una ciudad en la que el 'solchagismo' ha desmantelado su tejido industrial".

Antonio Romero, que reside en la localidad malagueña de Humilladero, a 70 kilómetros de la capital, busca en estos momentos un piso en la ciudad, donde en breve formalizará su empadronamiento.