ANTONIO REBOLLO ASEGURA QUE ENCENDER LAS LLAMAS OLIMPICA Y PARALIMPICA NO HA CAMBIADO MUCHO SU VIDA

MADRID
SERVIMEDIA

Antonio Rebollo, el arquero que encendió el pebetero olípico en las ceremonias de inauguración de la Olimpiada y Paralimpiada, afirmó a Servimedia que, tras casi un año de saltar a la popularidad, su vida "ha cambiado en pocas cosas".

Lo único que ha cambiado es su participación en ciertas "actuaciones", como por ejemplo el pasado fin de semana en una obra de teatro "Gladiator" que clausuró el Festival de Teatro de Mérida.

También participará a finales de este mes en la "Ruta Quetzal" del V Centenario del Descubrimiento, contratado por el Consejo Supeior de Deportes y acompañando a Miguel de la Quadra Salcedo.

"Esto representa para mí un pluriempleo, en vez de dedicarme a un trabajo por la tarde, voy haciendo este tipo de apariciones", aseguró Rebollo, con las que consigue una mejora de su economía.

A este respecto, el famoso arquero añadió que "el público en general e incluso personas muy cercanas a mí piensan que mi vida ha cambiado en cuanto a la economía, y están equivocados, porque si fuera así, no haría algunos de estos 'trabajitos', sio que elegiría los que más me gustan".

HA DEJADO EL TIRO CON ARCO

Antonio Rebollo, ebanista de profesión, continúa con su trabajo de mantenimiento en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, y de momento ha abandonado sus entrenamientos de arquero. "No estoy entrenando porque no puedo dedicar un tiempo al deporte que estoy dedicando a tratar de conseguir un mayor bienestar a mi familia", afirmó.

Asimismo, Rebollo, que es uno de los pocos deportistas minusválidos que ha alcanzado una cierta popularidd, asegura que nunca ha tenido apoyo económico a su labor deportiva.

"Sólo he recibido ayudas para material de la Federación de Tiro con Arco durante los tres años que estuve compitiendo, pero como deportista minusválido nunca", dijo

Rebollo, que el año pasado se entrenó exclusivamente para la encendida del pebetero olímpico, no pierde en cambio la esperanza de poder participar en la Paralimpiada de Atlanta 96, aunque en un futuro inmediato no piensa volver a la competición. "No estoy dispuesto ahacer nada si no estoy subvencionado de alguna forma", dijo.

Y añadió que "tiempo y ganas tendré desde el momento en que tenga algún tipo de compensación económica", porque sin ella, no podría dedicar la mitad del día a entrenar como hacía antes. Y sin esta preparación, está seguro de que no cumplirá su papel como desea en las distintas competiciones.

Finalmente aseguró que "no he dejado de ser quien era, la única diferencia es que ahora de vez en cuando me llaman los medios de comunicación para ntrevistarme".

(SERVIMEDIA)
06 Ago 1993
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