ANTONIO GUTIERREZ: "ESPERAMOS POCO DE LA ENTREVISTA CON GONZALEZ"

- "El Gobierno no puede tirar todas las piedras al clima social y después esconder las manos"

- "González vine a decir en su carta que le importa un comino la huelga"

-P: ¿ué esperan los líderes sindicales de la entrevista de mañana con Felipe González?

-R: Esperar de la entrevista, poco. Pero como la razón termina abriéndose camino, lo único que puede ocurrir es que, si el presidente González se zafa de sus responsabilidades y no contribuye a tiempo a resolver el clima de conflicto social, se pudra la situación y se pudra mucho más el problema, y tenga que reconocer a la vuelta de cierto tiempo que es necesario un entendimiento y una negociación después de haber provocdo un coste muy serio al país. Esto no será imputable, en todo caso, más que al presidente del Gobierno.

-P: ¿A qué situaciones límite de desesperación social se tiene que llegar para convocar una huelga general?

-R: Justamente hasta un poco antes de la desesperación. El movimiento sindical y CCOO en este sentido, no va a una huelga general alegremente, ni la convoca frívolamente. Tiene que haber muchísimas razones para ello. Pero también tiene mucho cuidado de que no se coloque a este país en un situación desesperada. A la desesperada, los estallidos pueden ser tan impredecibles como inútiles. A la desesperada se va cuando alguien considera que no tiene nada que perder, pero también cuando ya no se sabe que es lo que tiene por ganar.

-P: ¿Qué quieren ganar?

-R: Lo que queremos ganar es que este país distribuya justamente los esfuerzos, lo que nos toque a cada cual para salir de la crisis, pero distribuidos de una manera equitativa. No un reparto profundamente injusto de las cargas y de os sacrificios para abundar en la misma piedra.

-P: ¿Cuál será su propuesta a Felipe González?

-R: Nuestra propuesta es tan sencilla como necesaria, en éste y en cualquier país democrático, el compromiso directo del Gobierno en una negociación que permita dar cauce al conflicto social, llegar a un acuerdo en torno a una reforma laboral que debe confeccionarse con visos de continuidad, con una perspectiva de permanencia y de vocación de regular la vida laboral y socieconómica del país para los próimos años. Y esto no se puede hacer con el grado de desacuerdo y de conflicto tan serio como el que ha provocado, con el ordeno y mando y la imposición, una de las partes.

-P: Sin embargo, por la carta que les ha enviado Felipe González, parece que no va a entrar en una negociación con los líderes sindicales.

-R: Conocemos ya la respuesta por escrito del señor González y esto nos va a obligar a decirle también otras cosas. En primer lugar, que si a él le importa un comino la huelga, que es lo queviene a decir en la carta, que hay un dato sustantivo por encima de las disputas y es que España ha vivido una gran jornada de huelga general, y me da los mismo incluso utilizando los porcentajes de participación de la patronal.

-P: ¿En definitiva, no se jugaban ustedes un pulso personal de prestigio ante Felipe González, por los ídos sordos que les ha prestado?

-R: Un presidente del Gobierno se desacredita si sigue haciendo oídos sordos a la ciudadanía, una gran parte de la cual le voto el 6 de junio para todo lo contrario, que es para que restituyese el principio de causalidad de los contratos, para acabar con tanta eventualidad, para mantener las prestaciones sociales y asegurar el poder adquisitivo de las pensiones, impidiendo que, según él, otros candidatos arrebatasen 8.000 pesetas mensuales a los pensionistas.

MADRID
SERVIMEDIA

Antonio Gutiérrez, secretario general de CCOO, ha declarado a Servimedia que él y Nicolas Redondo esperan "poco" de la reunión que mantendrán mañana con el presidente del Gobierno, Felipe González. A menos de 24 horas de ese encuentro, Gutiérrez advierte que "el Gobierno no puede tirar todas las piedras al clima social y después esconder las manos diciendo que no tiene participación alguna en ello".

-P: ¿ué esperan los líderes sindicales de la entrevista de mañana con Felipe González?

-R: Esperar de la entrevista, poco. Pero como la razón termina abriéndose camino, lo único que puede ocurrir es que, si el presidente González se zafa de sus responsabilidades y no contribuye a tiempo a resolver el clima de conflicto social, se pudra la situación y se pudra mucho más el problema, y tenga que reconocer a la vuelta de cierto tiempo que es necesario un entendimiento y una negociación después de haber provocdo un coste muy serio al país. Esto no será imputable, en todo caso, más que al presidente del Gobierno.

-P: ¿A qué situaciones límite de desesperación social se tiene que llegar para convocar una huelga general?

-R: Justamente hasta un poco antes de la desesperación. El movimiento sindical y CCOO en este sentido, no va a una huelga general alegremente, ni la convoca frívolamente. Tiene que haber muchísimas razones para ello. Pero también tiene mucho cuidado de que no se coloque a este país en un situación desesperada. A la desesperada, los estallidos pueden ser tan impredecibles como inútiles. A la desesperada se va cuando alguien considera que no tiene nada que perder, pero también cuando ya no se sabe que es lo que tiene por ganar.

-P: ¿Qué quieren ganar?

-R: Lo que queremos ganar es que este país distribuya justamente los esfuerzos, lo que nos toque a cada cual para salir de la crisis, pero distribuidos de una manera equitativa. No un reparto profundamente injusto de las cargas y de os sacrificios para abundar en la misma piedra.

-P: ¿Cuál será su propuesta a Felipe González?

-R: Nuestra propuesta es tan sencilla como necesaria, en éste y en cualquier país democrático, el compromiso directo del Gobierno en una negociación que permita dar cauce al conflicto social, llegar a un acuerdo en torno a una reforma laboral que debe confeccionarse con visos de continuidad, con una perspectiva de permanencia y de vocación de regular la vida laboral y socieconómica del país para los próimos años. Y esto no se puede hacer con el grado de desacuerdo y de conflicto tan serio como el que ha provocado, con el ordeno y mando y la imposición, una de las partes.

-P: Sin embargo, por la carta que les ha enviado Felipe González, parece que no va a entrar en una negociación con los líderes sindicales.

-R: Conocemos ya la respuesta por escrito del señor González y esto nos va a obligar a decirle también otras cosas. En primer lugar, que si a él le importa un comino la huelga, que es lo queviene a decir en la carta, que hay un dato sustantivo por encima de las disputas y es que España ha vivido una gran jornada de huelga general, y me da los mismo incluso utilizando los porcentajes de participación de la patronal.

Este dato relevante quien más debe tomarlo en cuenta es el jefe del Gobierno, y decir que eso le importa un comino crea una actitud que debe infundir mucha inquietud y mucha preocupación en cualquier ciudadano.

Y en segundo lugar, que si para zafarse de sus propias responabilidades, diciendo que la reforma laboral debe ser objeto de negociaciones entre empresarios y sindicatos, que es tanto como decir que el Gobierno se desentiende de reencauzar un conflicto social, que es un grave problema que tiene este país heredado en gran medida por él mismo. La responsabilidad del Gobierno en la concepción y en la tramitación parlamentaria de la reforma laboral es incuestionable y, por lo tanto, no puede tirar todas las piedras al clima social y después esconder las manos diciendo qu no tiene participación alguna en ello.

Si esta es la actitud de Felipe González, habrá que decirle con toda crudeza al país que no tiene un gobernante que esté a la altura de las circunstancias, que sea capaz de coadyuvar a la superacion de un conflicto, sino que nos aboca a que ese conflicto termine por prolongarse y por irradiar todos los confines de la vida sociolaboral y económica del pais

-P: ¿En definitiva, no se jugaban ustedes un pulso personal de prestigio ante Felipe González, por los ídos sordos que les ha prestado?

-R: Un presidente del Gobierno se desacredita si sigue haciendo oídos sordos a la ciudadanía, una gran parte de la cual le voto el 6 de junio para todo lo contrario, que es para que restituyese el principio de causalidad de los contratos, para acabar con tanta eventualidad, para mantener las prestaciones sociales y asegurar el poder adquisitivo de las pensiones, impidiendo que, según él, otros candidatos arrebatasen 8.000 pesetas mensuales a los pensionistas.

Quiees votaron eso junto con los que votamos otras opciones, le hemos dicho al señor González que se equivoca, que está torciendo la voluntad que expresaron con su voto en las urnas quienes le votamos y quienes no le votamos. Y, por tanto, tenemos tanta legitimidad para decirle que lo que está haciendo nos parece absolutamente injusto.

El gobernante que hace oídos sordos a las peticiones de la ciudadanía, es un pésimo gobernante y es un factor de desorden que provoca y generará conflictos y desordenes, qu no será capaz de ordenar la situación del país cuando más se necesita de ese orden. Y el orden en democracia se consigue con el consenso. El orden, en democracia, está reñido con el autoritarismo.

(SERVIMEDIA)
02 Feb 1994
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