"Tengo una idea muy clara de lo que es un escritor y de lo que debe ser un ministerio de Cultura", comenzó diciendo Gala. "Por tanto, no es este el lugar que yo hubiera elegido para presentar un acto del mundo del teatro, cuando aquí no hace mucho que consideraron que los autores de teatro no eran dignos de figurar en una relación de escritores españoles".

Con stas afirmaciones se refería al Catálogo de Escritores Españoles que presentó el ministerio en el seno de la Feria del Libro de Frankfurt el año pasado, en el que se omitieron los nombres de algunos de los más relevantes bajo el argumento de que no se había considerado a los autores de teatro.

Por su parte, el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, comenzó su intervención agradeciendo la sinceridad de Gala, "que refleja un malestar personal, compartido por otros dramaturgos", según reconoció, y aseguróque "cuando un ministro acierta no debe esperar el agradecimiento, porque es su deber, y cuando el ministerio hace algo mal, debe aceptar las críticas".

Al acto asistieron, además del ministro, el presidente de la Comisión Estatal para el Quinto Centenario, Luis Yáñez, y los embajadores de Méjico y Venezuela, países a los que están dedicados los dos primeros volúmenes de la serie.

El resto de la intervención de Antonio Gala fue una reflexión sobre la naturaleza del teatro, que calificó de "arte dfinido por la participación y la solidaridad, que expresa una emoción viva dedicada a un auditorio del que es reflejo".

La esencia teatral es, según Gala, su pertenencia a una comunidad, "que lo escribe, lo representa y lo usa. En la medida que la sociedad lo acepte como un reflejo honesto, lo escenificará más, mientras que si no cumple esa misión será olvidado".