"Hay unos márgenes de libertades que antes no eran ni soñables", comentó Bregolat en la rueda de prensa posterior a su intervención en el seminario "China en el escenario mundial: la gran potencia del siglo XXI", que se desarrolla esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

"Tanto cambio económico produce un 'tsunami' de cambio social, de cambio mental, y antes o después, de cambio político", subrayó Bregolat, quien explicó que uno de los signos del desarrollo que está experimentando China es la aparición de una "amplia clase media que crece cada día que pasa".

Bregolat, embajador durante diez años en China en dos periodos diferentes, entre 1987 y 1991 y entre 1999 y 2003, explicó que tuvo la sensación de haber vivido en "dos países diferentes", porque China ha cambiado "a pasos agigantados" y "está avanzando en una buena dirección".

En el año 1978, según señaló Bregolat, "el cien por cien de las empresas eran del Estado". Sin embargo "hoy en China, menos de un tercio de la propiedad del sector secundario y terciario es estatal". Empresas chinas privadas y empresas extranjeras poseen el resto del mercado, aseguró.

Datos como éste demuestran que "el poder del Estado para controlar a la ciudadanía se ha aflojado de una manera tremenda", señaló Bregolat.

"China tiene un largo camino que recorrer en materia de derechos humanos, pero los derechos humanos en China nunca han estado mejor que ahora", dijo el ex embajador, quien insistió en que, "si comparas con Occidente, todavía están muy atrás, pero si comparas con lo que era China hace 30 años, el vaso indudablemente está medio lleno".