La investigación se ha basado en el análisis de cerdos, que también presentan síntomas de esta enfermedad, como hiperactividad o inapetencia, según informa la BBC.

El equipo de la doctora Janet Treasure ha comprobado que el 4 por ciento de los cerdos utilizados para producir carnes magras experimentan estrés y anorexia nerviosa, y algunos podrían incluso heredar genéticamente este desorden alimeticio, lo que concuerda con algunas teorías sobre la causa de esta enfermedad en los humanos.

Los invstigadores aseguran que, unidas a factores psicológicos como la difusión del estereotipo de la delgadez, causas genéticas pueden provocar esta enfermedad. La doctora Treasure señala que esta dolencia está vinculada a variaciones de genes relacionados con la serotonina.

Esto explica que se den casos de familias en las que la anorexia afecta a dos o más generaciones, y es más común entre hermanas. Además, los expertos creen que puede haber una predisposición genética a la delgadez en aquéllas familias e las que alguno de los miembros ha padecido la enfermedad.