Cardenal se queja de que, dos años después de la entrada en vior de este código, que fue auspiciado por el ex ministro de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch, "no se han visto satisfechas algunas de las expectativas que se depositaron" en él.

En este sentido, el informe de la Fiscalía relata que han sido "múltiples" las consultas que se han producido sobre la interpretación del Código Penal, a la vez que las califica como "cuestiones de difícil solución".

Destaca que estas cuestiones han dado lugar en muchas ocasiones a que, sobre un mismo delito, se legue a conclusiones razonadas totalmente dispares, lo que perjudica al criterio unitario que debe presidir la aplicación de la Justicia.

El informe apunta que desde la Fiscalía General del Estado se han realizado durante el pasado año 16 consultas -informes-, 13 de los cuales se refieren a cuestiones interpretativas del nuevo Código Penal.

Según el fiscal, esta circunstancia se ve favorecida por el "uso frecuente" que realiza este nuevo texto penal de numerosos conceptos "indeterminados", que proocan dudas en quien aplica la Ley.

Finalmente, la Fiscalía califica como "infundadas" las expectativas puestas en el Código Penal de 1995 como un sistema de represión de las conductas punitivas y señala, en beneficio del propio código, que también fallan "otros instrumentos que deberían operar con carácter previo" para evitar la comisión de delitos.