No obstante, en un comunicado, Annan reconoce sentirse "profundamente triste" porque su hijo no ha cooperado lo suficiente con la investigación.

Por otra parte, el secretario general de la ONU afirmó que no tiene intenciones de renunciar a su cargo. "Sabía que entre las acusaciones más graves se insinuaba que yo podría haber influido de manera impropia en el proceso de licitación a favor de Cotecna Inspection Services, porque mi hijo trabajaba en esa compañía", dijo.

"Pero sabía que eso no era cierto y tenía confianza absoluta en que una investigación exhaustiva me exculparía de cualquier acción inapropiada", finalizó Annan.