Según fuentes de la organización, el terremoto ha causado más de un centenar de muertos, un millar de heridos y más de 190.000 damnificados, a los que se les facilitará alimentos, matriales para la construcción de albergues provisionales, tanques para almacenar agua junto con los potabilizadores necesarios y medicinas para evitar la propagación de enfermedades y epidemias.

Anesvad continuará trabajando en la zona, una vez que estén cubiertas las primeras necesidades de la población afectada por el seísmo.