Así lo precisó el Gobierno de Juanma Moreno en un comunicado en el que puntualizó que, “como norma general”, en la región no será obligatorio dicho uso en espacios al aire libre de los centros educativos no universitarios, salvo en eventos multitudinarios, tal y como ha determinado la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica en torno a las pautas y las recomendaciones a seguir a partir de ahora en los colegios, según el Real Decreto 115/2022 de 8 de febrero.

A este respecto, la Consejería de Salud y Familias de la Junta ha publicado una instrucción en la que se detalla la aplicación de la legislación sobre la obligatoriedad de uso de mascarillas en centros y servicios educativos no universitarios, acorde a dicho real decreto, que modifica la obligatoriedad del uso de mascarillas durante la situación de crisis sanitaria ocasionada por la covid-19, y en la que se establece su uso obligatorio en espacios cerrados para todo el personal del centro o servicio educativo.

En la misma línea, también lo será para todo el alumnado a partir de primero de Primaria, con independencia del mantenimiento de la distancia interpersonal o la pertenencia a un grupo de convivencia estable, “sin perjuicio de las exenciones previstas en el ordenamiento jurídico” así como en el transporte escolar colectivo en el caso de personas a partir de los seis años, siendo “recomendable” entre los tres y cinco años.

En espacios al aire libre, por su parte, su uso no será obligatorio a partir de ahora, exceptuando aquellos casos específicos en los que se organicen eventos multitudinarios, en los que sí lo será cuando los asistentes estén de pie o si están sentados y no es posible mantener una distancia de seguridad de al menos 1,5 metros entre personas, por lo que no será obligatorio su uso ni en las entradas y salidas ni en los patios de recreo cuando sean al aire libre.

De forma general, no será recomendable el uso de la mascarilla en menores de tres años; personas con algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de mascarilla; personas que, por su situación de discapacidad o dependencia no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla, o bien presenten alteraciones de conducta que hagan "inviable" su utilización y personas que desarrollen actividades en las que el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias.