En el marco de este proyecto, se realizaron actuaciones de comprobación sobre la presencia de cromo VI en zapatos; benceno, cloroformo y tolueno en pegamentos; plomo y cadmio en bisutería, y níquel en piercings.

Estas sustancias son de interés sanitario, dada su toxicidad, y por ello su presencia debe ser controlada y restringida en artículos de consumo que son de uso común por parte de la ciudadanía.

Del total de muestras, tres han resultado no conformes con la normativa: una muestra de pegamento con superación del límite establecido en la restricción para tolueno, que provocó la retirada de la venta y devolución al proveedor de 66 botes de pegamento de 95 centímetros cúbicos y 27 botes de 45 centímetros cúbicos; una muestra de pendientes con superación de la restricción de cadmio, y una muestra de pendientes con superación de restricción de níquel. De estas dos últimas muestras no quedaban unidades a la venta.

Aunque los riesgos para la salud de las distintas sustancias son de distintos perfiles, cabe destacar el níquel como probado agente alergénico, el cadmio como probado carcinogénico, mutagénico y reprotóxico, y el tolueno tóxico por aspiración además de reprotóxico, entro otras categorías de peligro. Todos estos resultados han sido reportados directamente a la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), ubicada en Helsinki.

Por otro lado, como autoridad competente, la Dirección General de Salud Pública ha actuado en cinco incidencias recibidas por alerta en la red Rapex (Sistema Comunitario de Intercambio de Información) procedentes de otros Estados miembros con responsables de la comercialización ubicados en esta comunidad autónoma durante el año 2022.