Anasagasti opinó que las negociaciones entre ambos partidos no han llegado, hasta ahora, a buen puerto porque los socialistas no están teniendo el coraje político exigido por el PNV para llegar a pactos sólidos y firmes. También les acusó de mantener una política del día a día que "crea tensines" y que ha convertido la actual legislatura en un "infarto semanal".

Desde el PNV se asegura que no se ha cerrado definitivamente ninguna puerta y que son los socialistas quienes ahora tienen la llave para seguir en la negociación aceptando el traspaso de las 54 transferencia, aún pendientes, y que fueron refrendadas en el Estatuto de Autonomía hace 13 años.

A partir de ahora, y con el "impasse" creado en las negociaciones, el diputado del PNV señaló que el juego parlamentario de su partido seá el de apoyar "todo aquello que vaya a beneficiar a los intereses generales y de Euskadi.

Agregó que, en algunos casos se podría llegar a poner en un "brete" al PSOE si éstos les ponen dificultades. A pesar de ello, los nacionalistas dejaron claro que "no haremos pactos antinatura, ni nos iremos al monte, siempre pisaremos tierra".

Este nivel de falta de entendimiento entre ambos partidos, a juicio de Anasagasti, no es trasladable al Gobierno Vasco, en el que ambos son socios. El Ejecutivo autónmo "es serio y sólido" y el juego político llevado a cabo en Madrid no tiene incidencia en el Gobierno Vasco. Según Anasagasti, la voluntad de los dos es de agotar la legislatura, que finalizará en octubre de 1994.