Cultura

Ana Wagener: “Quiero mostrar a la mujer que hay detrás de la armadura de Bernarda Alba”

Madrid
SERVIMEDIA

La actriz Ana Wagener celebró este martes adentrarse por primera vez en su carrera en el universo de Federico García Lorca (1898-1936) con ‘La casa de Bernarda Alba’, una obra que se representará en la Sala Margarita Xirgu del Teatro María Guerrero entre el 9 de febrero y el 31 de marzo. En el montaje dará vida al personaje que da nombre a la obra, de la que busca “mostrar a la mujer, a la madre, que hay detrás de la armadura” en la que se ha encerrado.

Lo dijo en la rueda de prensa de presentación de ‘La casa de Bernarda Alba’ en el Teatro María Guerrero en la que estuvo acompañada por el director del Centro Dramático Nacional (CDN) y de esta obra, Alfredo Sanzol, y por el resto de las actrices que componen el elenco: Ane Gabarain, Claudia Galán, Patricia López Arnaiz, Paula Womez, Ester Bellver, Eva Carrera, Belén Landaluce, Chupi Llorente, Lola Manzano, Inma Nieto, Celia Parrilla, Sara Robisco e Isabel Rodes.

Ana Wagener confesó que la oferta que recibió por parte de Alfredo Sanzol para interpretar a Bernarda “me impactó muchísimo”, ya que “he crecido con ella, la he visto encarnada en actrices que admiro”, lo que le llevó a sentir “emoción, miedo tremendo, vértigo”.

Tras el impacto inicial, aceptó el papel, puesto que es un “tren que pasa una vez para una actriz de mi edad, que es la misma que la de Bernarda”, y reconoció que superó su miedo inicial cuando habló con Alfredo Sanzol.

La actriz subrayó que cuando se aborda la lectura del texto la primera pregunta que surge es “¿esto cómo se hace?” y expuso que a primera vista Bernarda parece “una mujer metida dentro de una armadura”; no obstante, siempre tuvo claro, y así se lo transmitió a Alfredo Sanzol, que quería “mostrar a la mujer, a la madre, que hay detrás” de esa coraza, ya que “nada es blanco o negro en la vida”.

Afirmó que el director de la obra ponía énfasis en que “desde el cuerpo expresáramos” las emociones de los personajes, lo que llevó a las actrices a subirse al escenario desde el primer día de ensayos, algo que, “como actor, da respeto”, ya que “siempre te refugias detrás del guion”.

Añadió que en el proceso de creación del personaje “lo he pasado muy bien, he sufrido muy poco”, a pesar de que “los procesos de ensayo a veces son dolorosos para los actores”. A su juicio, el camino recorrido ha sido fácil porque “tenía la garantía de Lorca” y “la garantía de Alfredo Sanzol”.

Ana Wagener apuntó que el objetivo que se impuso fue “llegar adonde hemos llegado ahora con la sensación de haber crecido como actriz” en su primer trabajado interpretando a Lorca. “Somos chicas Lorca”, presumió.

OBRA PERSONAL

Por su parte, Alfredo Sanzol observó que ‘La casa de Bernarda Alba’ es un texto que le acompaña desde los 14 años, cuando su madre le regaló las ‘Obras Completas’ de Lorca, editadas por Aguilar. Esa atracción, continuó, se concretó cuando pidió a ésta que leyera el texto, lo que provocó “una conversación entre una mujer de 83 años y un señor de 51 hablando de sexualidad femenina y de cómo la sexualidad y la visión de la sexualidad está dentro de las estructuras sociales, políticas, de la educación, de cómo condiciona la forma de educar, de relacionarnos con los demás, de vernos a nosotros mismos, de cómo vemos a las mujeres de nuestras familias y de cómo condición la educación de mi hermano y la mía el no ser mujeres”. “Todo esto fue lo que hizo que hiciera la obra”, apostilló.

Luego de señalar que Ana Wagener y Ane Gabarain, que interpreta a Poncia, son “los dos pilares en los que se construye el resto del elenco”, indicó que ha sido la primera vez que realiza un ‘casting’ tan grande: a 90 actrices.

En ese sentido, subrayó que fueron las pruebas a las actrices las que le permitieron darse cuenta de la importancia del cuerpo en toda la función, concretamente del “cuerpo de la mujer amenazado por un entorno que está en ‘off’ en toda la obra, en entorno de hombres que amenazan la integridad física de las mujeres”.

Esto le sirvió para aseverar que “toda la estructura de la obra es una radiografía intensa de la estructura patriarcal” y abundó en que “Lorca hizo algo que no se hizo hasta entonces: a través de 15 personajes femeninos hacer una radiografía de la dominación masculina”.

Alfredo Sanzol avanzó que no ha buscado contar la historia desde la perspectiva de “unas mujeres de 1936”, sino desde el punto de vista “de unas mujeres ahora, del dolor que estamos viviendo ahora”. A pesar de ello, ha decidido “no tocar el texto, están todas las palabras íntegras”, salvo unas modificaciones mínimas obligadas por la fisonomía de las actrices del elenco.

“SUEÑO CUMPLIDO”

Patricia López Arnaiz confesó que participar en ‘La casa de Bernarda Alba’ es “un sueño cumplido”. Sin embargo, participar en ella fue una “decisión difícil”, ya que en el momento en que tuvo sobre la mesa la posibilidad de interpretar a su personaje tenía “un compromiso fuerte” con otro trabajo.

Trasladó que “no he hecho teatro desde que estudié, hace más de 15 años”, y dijo que decidió ser actriz porque “me dio placer, nunca pensé en ello como una profesión”. “Era totalmente hedonista”, dejó caer.

Por ello, consideró llegado el momento de “volver al origen” y atestiguó que con ‘La casa de Bernarda Alba’ “era consciente de que estaba cumpliendo un sueño antiguo”.

Por otro lado, Ane Gabarain destacó que siente una “emoción profunda” por interpretar a Poncia, uno de esos papeles que hacen que “merezca la pena” una carrera de 40 años. “Quiero disfrutarlo, porque a veces este trabajo es muy cabrón”, deslizó.

Por último, Claudia Galán transmitió que “no hace falta haber nacido en el momento en que se escribió” la obra para entenderla y añadió que “todos tenemos alguna Adela dentro que se ha visto castrada o asesinada”; mientras que Sara Robisco puso de manifiesto que Alfredo Sanzol “nos ha ofrecido ese espacio de libertad completa para pasar todas las energías a través de nuestros cuerpos para que el texto saliera de forma enérgica, natural”.

(SERVIMEDIA)
06 Feb 2024
MST/clc