Un ámplio despliegue policial impidió que paralizasen las obras ---------------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

Diez furgonetas, dos tanquetas, un camión cisterna, un helicóptero que sobrevolaba la zona y más de medio centenar de agentes antidisturbios de la Policía Nacional impidieron hoy que los vecinos de Villaverde paralizasen las obras de construcción de los "sanquis" en los que serán realojadas 88 familias gitanas del poblado chabolista de Los Focos.

arios centenares de vecinos participaron en una manifestación que transcurrió sin incidentes, y que concluyó con una propuesta del coordinador de las asociaciones vecinales de Villaverde que se oponen al realojamiento, Nicanor Briceño, quien anunció que durante el transcurso de una reunión que mantendrán esta tarde, convocarán una huelga general en el distrito y en Perales del Río, así como otra serie de movilizaciones.

Briceño, quien se mostró convencido de que el paro será secundado por todos los veinos, "ya que está en juego la vida de nuestros hijos", afirmó rotundamente: "No me voy a sentar en ninguna mesa de negociación estando esa gente (los policías) ahí, amenazando a nuestros vecinos con palos".

El representante vecinal explicó que los motivos para abandonar la reunión que el pasado lunes mantuvieron con el delegado del Gobierno, los patriarcas de los gitanos y representantes del Consorcio fueron las amenazas vertidas por uno de los patriarcas, así como los insultos que tuvieron que escucar, "ya que nos llamaron racistas", indicó.

La manifestación comenzó sobre las nueve y media de la mañana. Varios centenares de vecinos de Villaverde y de Perales del Río se dirigieron al kilómetro 4 de la carretera de San Martín de la Vega, lugar escogido por Consorcio para el Realojamiento de la Población Marginal para instalar a las familias gitanas, en el futuro poblado llamado Los Molinos.

Los concentrados, en su mayoría mujeres, intentaron traspasar el cordón policial para acceder a las obrs, lo que fue impedido por los agentes, quienes advirtieron a los vecinos que si realizaban la acción, cometerían un delito.

Los ánimos llegaron a estar muy caldeados y algunos vecinos manifestaron que los funcionarios les dijeron que, si intentaban entrar, les iban a inflar a palos.

CORTES DE TRAFICO

Los representantes vecinales lograron convencer a los manifestantes para transformar su acto de protesta en una manifestación por la carretera de San Martín de la Vega, cuya calzada fue invadida pr los vecinos, que cortaron el tráfico durante varias horas.

Mientras, los portavoces vecinales se dirigían a los congregados a través de aparatos de megafonía, para dejar claro el sentimiento de los presentes: "No estamos en contra de los gitanos", afirmaban," pero como el 90 por ciento controlan la droga, estamos en desacuerdo con eso".

Otro portavoz volvía a explicar a los concentrados el motivo de la manifestación: "estamos aquí para evitar que nos pongan ese poblado".

Durante el acto d protesta, el tema de conversación era los problemas ocasionados por el cercano poblado de Torregrosa, importante foco de venta de drogas, y cuyo inmediato desmantelamiento es la condición impuesta por los vecinos a las autoridades para permitir la instalación del nuevo asentamiento.

"Ayer mismo no pude entrar en el portal de mi casa porque había dos drogadictos pinchándose en él", afirmaba indignada una señora, a la vez que reiteraba a quien la escuchaba que los vecinos no son racistas.

Finalmete, ante la imposibilidad de acceder a las obras, el portavoz de la coordinadora de Villaverde, Nicanor Briceño, puso sobre las doce de la mañana el punto final a la manifestación, instando a los vecinos a regresar a sus barrios para informar a los demás residentes y a los comerciantes de lo sucedido.

Por su parte, el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, manifestó, al término del acto de inauguración de la Feria de Otoño del Libro Viejo y de Ocasión, que las movilizaciones vecinales de Vllaverde no obedecen a un problema racista, sino de miedo ante la degradación que supone la venta de drogas.

ESFUERZO

"Sigo opinando que hay que hacer un gran esfuerzo para que las personas que venden droga se encuentren con dificultades en la sociedad", añadió.

No obstante, el primer edil se mostró en desacuerdo con "esa oposición tan fuerte", ya que, a su juicio, los vecinos de Villaverde deben de saber que allí "debe existir una construcción que permita el realojo y que en ese realojo se dengarantias".

"Me gustaría que los vecinos entendiesen que no se puede producir una posición absolutamente frontal y establecer condiciones como que ahora desaparezca el poblado de Torregrosa, ya que es imposible hacerlo de la noche a la mañana", señaló Alvarez del Manzano.

Tras anunciar que el problema surgido en Villaverde será uno de los temas que tratará en su próxima reunión con el delegado del Gobierno, Alvarez del Manzano subrayó que el conflicto surgido en Villaverde no va a acelerar la proulgación del anunciado bando que prohibirá el consumo público de drogas.

(SERVIMEDIA)
02 Oct 1991
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