Entre las novedades que introduce el nuevo real decreto destaca qu los proyectos de inversión auxiliados por fondos nacionales y comunitarios para nuevas construcciones y modernización de buques podrán comprender a los titulares de barcos de entre 5 y 9 metros de eslora, que hasta ahora estaban excluidos de las ayudas de la Comunidad Europea.

Asimismo, establece la financiación de buques que tengan que someterse a períodos de descanso o a la parada biológica temporal en determinados caladeros. Esta financiación permitirá, según el Ministerio de Agricultura, conserva los recursos pesqueros sin perjudicar al sector.

Respecto a las actividades de los 3.000 barcos españoles que faenan en caladeros internacionales, tendrán apoyos especiales aquellos que vayan a establecer sociedades mixtas entre armadores españoles y socios de países terceros.

Los barcos que realicen campañas experimentales en busca de caladeros alternativos a las aguas comunitarias y los que hagan campañas de investigación de mercados para los productos de acuicultura contarán también con ayuda económicas.

Todas estas mejoras no influirán sobre las normas dictadas desde 1987 para fomentar las inversiones en la construcción y modernización de la flota española, la creación de instalaciones de acuicultura y la adecuación de las costas y arrecifes en nuestro país.

Estas ayudas representaron, entre 1987 y 1990, una financiación de 26.000 millones de pesetas, lo que ha permitido invertir durante dicho período 90.000 millones en el sector.

Según el Ejecutivo, el real decreto responde a n cambio en la legislación comunitaria, que ha ampliado sus fondos de ayudas para la renovación de las estructuras pesqueras.