Francisco Fernández Rodríguez, natural de Reboredo (Galicia) y residente en la localidad cántabra de Santoña, fue condenado por el Juzgado Militar de Orense "porque el fiscal alegaba que tenía rasgos de un criminal" a la pena de 30 años por una supuesta sustracción valorada en 175 pesetas.

La condena debió ser umplida en Palencia, de donde Fernández González se fuga. Según su relato, durante su estancia en la penitenciaría palentina le llegaron a inyectar aguarrás, lo que paralizaba su cuerpo.

Descalzo, el fugitivo recorrió a pie y de noche el camino que le separaba de Orense, donde es detenido nuevamente por la Guardia Civil, y sometido a un Consejo de Guerra e internado en la Prisión de El Dueso, en Santoña. En este penal compartió vivencias con diferentes presos políticos, entre ellos el presidente sociaista Ramón Rubial.

"El Moreno" o "Paquillo el de la Ayudantía", como se le conoce en la cárcel cántabra, abandonó El Dueso en marzo de 1962, se instaló en Santoña y dos años después, en marzo de 1964, se casó con María Saez Larrañaga.

Amigos y familiares de Francisco Fernández celebrarán mañana, viernes, un acto de reconocimiento a la injusticia sufrida por este gallego afincado en Cantabria, quien asegura que le gustaría "invitar a todo Santoña por el trato recibido y la confianza laboral que deositó en mi".