En un comunicado, la organización ha pedido a las autoridades de Uzbekistán que autoricen una investigación "inmediata e independiente" de los hechos acontecidos el pasado 13 de mayo.

Según los informes de AI, la tarde del 13 de mayo soldados gubernamentales abrieron fuego contra una multitud de manifestantes y mataron a decenas de personas, entre hombres, mujeres y niños.

"La inmensa mayoría de los varios miles de manifestantes reunidos en la plaza principal de la localidad para pedir justicia y el fin de la pobreza no llevaban armas y protestaban pacíficamente".

"A pesar de ello, parece ser que los soldados abrieron fuego contra la multitud desde vehículos blindados de transporte de personal sin previo aviso, disparando indiscriminadamente contra hombres, mujeres y niños cuando estos huían aterrorizados de la plaza", denuncia Amnistía.

Asimismo, la organización que defiende los derechos humanos alerta de que los manifestantes y sus familiares corren peligro de ser detenidos y torturados, ya que ésta es una práctica habitual en el país.