En dicho informe, titulado "A salvo de escruinio: Violaciones de derechos humanos cometidas por la Fuerza de Defensa Israelí en Yenín y Nablús", la organización documenta "graves" violaciones de derechos humanos.

En concreto, se denuncian homicidios ilegítimos, tortura y maltrato de detenidos, destrucción gratuita de centenares de viviendas, negación de acceso a las ambulancias y de asistencia humanitaria y utilización de civiles palestinos como "escudos humanos".

"Hasta ahora, las autoridades israelíes no han cumplido con su obligación deponer a disposición judicial a los autores de graves violaciones de derechos humanos", señala la organización, para quien los crímenes de guerra figuran entre las infracciones más graves del derecho internacional.

Para concluir, Amnistía ha afirmado que "la comunidad internacional no puede seguir contemplando sin hacer nada las graves violaciones de derechos humanos que se cometen en Israel y los territorios ocupados; hace ya mucho tiempo que debería haber tomado medidas urgentes, adecuadas y efectiva".