AI indica en sus apelaciones que deben prohibirse inmediatamente las devoluciones forzosas de refugiados de Ruanda y Burundi. La organización insiste también en que se comunique de forma expresa a las tropas zaireñas desplegadas en las zonas donde se encuentran los campos de refugiados que no se tolerarán malos tratos, y que los responsables de violaciones de derechos humanos sean juzgados.

Según Amnistía Internacional la devolución forzada de refugiados, comenzada al parecer el día 20,constituye una clara violación de la ley internacional y está provocando una escalada de la tensión en la zona, tras el reciente levantamiento del embargo de armas al actual gobierno ruandés. El consejero especial sobre refugiados del Gobierno de Zaire, Mutiri Wa Bashara, ha amenazado con deportaciones a gran escala si la comunidad internacional no aborda la repatriación de los refugiados.

AI también denunció que las conclusiones de la investigación del Gobierno ruandés sobre el homicidio de varios mies de civiles desarmados en abril de 1995 en el campamento de personas desplazadas internamente de Kibeho todavía no se han publicado y los responsables no han sido llevados ante los tribunales.