La entidad realizó esta denuncia con motivo del Día Mundial del Hábitat, que se celebrará el próximo lunes, 7 de octubre, y debido a que la juventud y el futuro urbano están “en el centro del debate”.

Amnistía Internacional analizó casos que revelan el “alto coste” de la “inacción gubernamental” y señaló que uno de ellos es la Cañada Real en Madrid.

La organización subrayó que los miles de habitantes de la Cañada Real, pese a vivir en Madrid, no tienen acceso a algo “tan básico como la electricidad” y que en los Sectores 5 y 6 de este lugar no tienen este suministro desde 2020.

Amnistía Internacional señaló que en esta situación viven más de 4.000 personas, incluyendo 1.800 niños, que en su mayoría son migrantes norteafricanos y personas de etnia gitana, “olvidadas por las autoridades”.

El cambio climático “empeoró” esta situación. Las temperaturas en España subieron “significativamente” en los últimos años, y la falta de energía para hacer frente al calor extremo pone “en riesgo” el derecho a una vivienda “adecuada”, la salud y, en algunos casos, la vida de estas personas.

Además, hizo hincapié en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que “una casa mal aislada o sin ventilación no solo es incómoda, sino que es peligrosa”.

Sin embargo, el problema de la Cañada Real no es solo la falta de electricidad, ya que indicó que la precariedad de las viviendas se suma a la falta de servicios esenciales como centros de salud, empleo y educación.