En un informe titulado "Arabia Saudí: asaltando los derechos humanos en el nombre de la lucha contra el terrorismo", AI afirmó que miles de personas han sido detenidas y recluidas prácticamente en secreto, otras han muerto en circunstancias inciertas y otras centenares se enfrentan a juicios sumarios y secretos, y quizá a ejecución.

Según informes recabados por AI, muchas personas detenidos han sido torturadas para obligarlas a confesar o como castigo después de haber sido condenadas.

"Estas medidas antiterroristas injustas han agravado la ya mala situación de los derechos humanos. El Gobierno saudí ha utilizado su poderosa influencia internacional para aplicarlas sin problema y la comunidad internacional no le ha pedido cuentas por estas graves violaciones de derechos humanos", comentó el director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, Malcolm Smart.

Amnistía destacó que entre los millares de detenidos se encuentran algunos presos de conciencia que criticaron pacíficamente la política del Gobierno.

Añadió que la mayoría de los detenidos son presuntos partidarios de grupos islamistas o de facciones contrarias a los vínculos del Gobierno saudí con Estados Unidos y otros países occidentales, y que han perpetrado atentados contraciudadanos de otros países.

Para AI, las medidas antiterroristas adoptadas por Arabia Saudí tras los atentados del 11-S en Estados Unidos han exacerbado los abusos contra los derechos humanos que se venían cometiendo ya en el país desde hacía mucho tiempo, con detenciones arbitrarias y reclusión prolongada, sin juicio y sin acceso a un abogado, de personas detenidas por razones políticas o de seguridad.