Nuria Socorro protagonizó, en febrero del 93, una escandalosa historia de amor al fugarse con su profesor de Ciencias Naturales, que, por ello, fue suspendido cautelarmente de sueldo y empleopor parte de la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía.

La niña, que confía en aprobar el séptimo curso de EGB en el colegio público "Moreno y Chacón" de Ayamonte, es, a causa de su historia, la "estrella" de su clase y de su barrio, donde los niños de su edad y los vecinos ya se acostumbraron hace tiempo a verla cogida de la mano de Arturo Romero.

"Nadie pensó que esta historia podía ir en serio, aunque parece ser que el tiempo está dando la razón a los pocos creyeron que en ealidad estaban enamorados", señala una vecina del hogar paterno de Nuria.

Sin embargo, un anciano de la misma calle donde vive Nuria cree que "cuando crezca un poco más y conozca a otros hombres, seguro que terminará dejando al maestro, porque no es normal que a tan corta edad ya pueda estar tan enamorada como dice".

Dicho anciano asegura que nunca ha visto "nada feo" en la relación de la insólita pareja. "Van cogidos de la mano, pero nunca hemos visto cosas desagradables de ellos en la calle, s comportan como dos enamorados cualquiera", señala.

Arturo Romero, que tras su fuga con la menor encontró empleo como educador de adutlos, en su mayoría ancianos, en el colegio "Condado de Huelva" de Rociana del Condado (Huelva), suele recorrerse habitualmente los 150 kilómetros que hay entre su lugar de trabajo y Ayamonte para ir a ver a su novia.

Los enamorados de Ayamonte se han negado a aparecer en cadenas de televisión y revistas para mantener su relación alejada de los medios de comunicació.

El alcalde de Ayamonte, el socialista Isaías Pérez Saldaña, que desde un principio desaprobó la relación de la inusual pareja, declaró recientemente a Servimedia que este caso había "perjudicado la imagen de la localidad" y lamentó que los padres de Nuria no hubiesen sabido "encauzar adecuadamente" la "incomprensible" relacion de la singular pareja.