Para Cuesta estas declaraciones suponen "una falta de respeto" del Estado Vaticano hacia el Estado español, pues las manifestaciones del arzobispo vulneran el artículo 16 de la Constitución Española, que establece claramente que en nuestro país ninguna confesión tendrá carácter estatal.

En su opinión,"parece que Amato quiere convertir al Estado español en un gendarme y guardián de la fe al servicio de una confesión religiosa".

El responsable socialista en Libertades Públicas afirmó que este tipo de "injerencias" del Vaticano ponen "en tela de juicio" los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede y el modelo de relación y exige el mismo respeto para España que el Vaticano tiene con otros Estados occidentales.

Finalmente, Cuesta consideró que "la intransigencia y el dogmatismo" de algunos sectores del Vaticano así como de la Conferencia Episcopal Española, no favorecen un clima incluyente, tolerante y de convivencia, que es el que quieren la inmensa mayoría del pueblo español.