A su regreso, Baigorri relató a su familia que desde hacía tiempo estaba siendo extorsionado por desconocidos que le amanazaban. El pasado lunes 15 de enero llegó al aeropuerto de Barajas amenazado de muerte por esa personas.

El acaudalado empresario tenía un billete para Barcelona en un vuelo internacional que terminaba en Atenas. Según su versión, no llegó a embarcar en ese vuelo, aunque alguién se encargó de facturar su equipaje mientras él se encontraba con los secuestradores en la zona de consigna del aeropuerto de Barajas.

Uno de sus captores le inyectó un somnífero que lo dejó aturdido, aunque no inconsciente puesto que recuerda como fue introducido en una furgoneta.

Durante el tiempo que ha durdo su secuestro, Baigorri ha permanecido recluido en una habitación custodiado por tres hombres y una mujer a los que en ningún momento durante los 11 días que duró su secuestro ha visto a cara descubierta.

Baigorri indicó a la Policia que es probable que uno de los secuestradores tenga conocimientos de peluquería, porque le cortó el pelo, le afeitó y le dejó el bigote. Durante la pasada madrugada le tuvieron dando vueltas en una furgoneta hasta el momento de poneerle en libertad.

Tan solo tres ocuatro personas, ninguna de ellas de su familia, conocían que estaba siendo extorsionado, según comunicó a la Policía el propio empresario.