Así se pronunció en un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Barcelona, donde presentó una conferencia del propio Alejandro Fernández, del que destacó que es “un líder” que invita al “optimismo” porque “tiene un proyecto para Cataluña”, lo que es “una absoluta y determinante novedad” porque la comunidad ha padecido “la ausencia de un plan alternativo” en los últimos 40 años.

“El Partido Popular de Cataluña no ha tenido una vida fácil. Ha sufrido el desprecio, la discriminación y el desafecto, pero aquí sigue de pie. Fuerte, unido, alineado y respaldado por la dirección nacional como pocas veces en su historia reciente. Y desde aquí quiero dar las gracias Alberto Núñez Feijoo por apoyar la candidatura de Alejandro. Es una señal de inteligencia y un compromiso moral y político”, declaró Álvarez de Toledo.

La diputada ensalzó entonces a Fernández como “el referente indiscutible del constitucionalismo” en Cataluña, “por supuesto por delante y por encima del PSC” y de su candidato Salvador Illa, al que tachó como “probablemente el mayor embaucador de la política española”. “Ni una mala palabra ni una buena acción”, resumió su biografía.

SÁNCHEZ, “EL PEOR” POPULISTA

Cargó entonces contra su “hipocresía” por negarse a debatir con el candidato de Junts, Carles Puigdemont, en Perpiñán cuando su partido mantiene “negociaciones secretas” con él en Suiza, y advirtió de que “cara apaciguada” es “más proceso” soberanista y “más decadencia”.

Álvarez de Toledo arremetió también contra el Gobierno de Pedro Sánchez por llevar el “apaciguamiento del nacionalismo catalán” hasta “la claudicación del Estado, la liquidación de la democracia y la legitimación del delito”. “La política catalana lleva décadas paralizada y carcomida por populistas y hoy en La Moncloa reside el peor”, señaló en alusión a Sánchez.

Por último, proclamó que "no habrá amnistía ni autodeterminación" porque lo impedirán "Europa, los tribunales y la oposición", pero lanzó una advertencia a las "élites catalanas y madrileñas", a las que responsabilizó de la situación a la que ha llegado a Cataluña por "mimar" a Pujol "de forma ciega y sostenida", dejándola "a las puertas de la independencia" o "al borde de la autodeterminación".