ÁLVAREZ DEFIENDE QUE "FUE INEVITABLE CERRAR BARAJAS" AUNQUE SE INTENTÓ MANTENERLO ABIERTO
- Reitera sus críticas a las administraciones madrileñas, a Iberia y a las previsiones meteorológicas
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La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, afirmó hoy que "fue inevitable" cerrar Barajas el pasado 9 de enero como consecuencia de la fuerte nevada que afectó a la Comunidad de Madrid pese a que "se pusieron en marcha todos los medios disponibles" para no tener que hacerlo cuando se conocieron las previsiones meteorológicas.
Álvarez, que expresó "sus disculpas a todos los ciudadanos que se vieron afectados" defendió que "tan pronto como tuvimos conocimiento seguimos los protocolos establecidos para responder a situaciones meteorológicas de carácter excepcional".
En una comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso, Álvarez defendió que "la intensidad de la nevada y las malas condiciones de visibilidad aconsejaron interrumpir el servicio" y agregó que "fue una medida adecuada porque primó la seguridad de los pasajeros".
Además, aseguró que "esto no sólo pasa en España ya que las condiciones meteorológicas adversas son las que más afectan a la operatividad de los aeropuertos" y señaló que sólo en lo que va de 2009, nueve aeropuertos han tenido que cerrar al menos un día.
En cuanto a lo ocurrido el 9 de enero, aseguró que las cinco máquinas quitanieve con las que cuenta Barajas estuvieron funcionando desde primera hora de la mañana y defendió que "pese a estas intensas labores de limpieza los pilotos notificaron el descenso de la capacidad de frenado y el deterioro de la visibilidad".
"Esta suma de factores ponían en peligro la seguridad de los pasajeros", agregó la ministra quien indicó que por ello se decidió cerrar el aeropuerto durante tres horas y 20 minutos.
Además, según Álvarez el 10 de enero Barajas operaba ya con normalidad ya que al permitir 78 operaciones a la hora superaba las necesidades de las aerolíneas. Para la ministra, los problemas del sábado se redujeron a Iberia, que "arrastraba un conflicto no explícito vinculado a la negociación del convenio con los pilotos".
En cuanto a los problemas en la red de carreteras, indicó que "a pesar de las actuaciones realizadas el sorpresivo cambio de rumbo e intensidad de la nevada y el gran volumen de tráfico provocaron el colapso".
De hecho, afirmó que "no hubo acumulación de nieve" y que "se produjeron importantes retenciones de tráfico ocasionadas por la disminución de la capacidad del conjunto de la red como consecuencia de la meteorología".
Recordó a este respecto que la nevada se produjo en hora punta de la mañana y en viernes, el día con mayor volumen de tráfico de entrada y salida en Madrid, con 1,7 millones de desplazamientos.
Por otro lado, repasó las actuaciones de su departamento desde el día previo a la nevada, en el que existía alerta amarilla, lo que según Álvarez supone una situación de preemergencia que "conlleva estado de alerta pero no actuaciones".
Dicha situación, según la ministra, cambió el mismo día 9, cuando a las 7.00 de la mañana los servicios meteorológicos informaron que el temporal arreciaba y variaba de dirección por lo que media hora más tarde se activó la alerta naranja con lo que se pusieron en marcha las actuaciones previstas en el protocolo.
Asimismo, defendió que las carreteras del estado tuvieron un mejor comportamiento que aquellas que dependen de la Comunidad de Madrid y del ayuntamiento de la capital.
En esta línea, Álvarez denunció que los problemas generados en las calles y carreteras que no dependen de su ministerio afectaron a las vías del Estado "porque las incidencias se transmiten de unas a otras".
Se refirió concretamente a la Calle 30, que según la ministra provocó los atascos en la A-1, y a la M-50, que tardó más de 13 horas en recuperar la normalidad frente a lo que tardaron en recuperarse las vías dependientes del Ministerio de Fomento, entre 4 y 8 horas, según la ministra.
(SERVIMEDIA)
27 Ene 2009
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