En su comparecencia en el Congreso, la ministra quiso despejar así las dudas planteadas sobre la posible escasez de personal dedicado a esta tarea. Según apuntó, en junio de 2006 había 112 personas dedicadas a esta labor, es decir, 60 personas menos que en las fechas en las que se produjo el accidente de Spanair.

Igualmente, el número de bomberos de los que dispone el aeropuerto de Barajas está "por encima de las recomendaciones europeas; hay suficientes efectivos para dar una respuesta adecuada" en una situación como la del accidente del pasado miércoles.

AGENCIA DE SEGURIDAD AÉREA

Álvarez adelantó, además, que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea estará funcionando "próximamente". La titular de Fomento atribuyó al "parón electoral" el retraso en la constitución de este organismo, cuyos estatutos fueron aprobados en febrero, y cuya puesta en marcha estaba prevista para el mes de junio.

"Yo propuse la creación de la agencia y soy su principal defensora", añadió. Según puntualizó, este organismo dará "másflexibilidad y utilidad" a la seguridad aérea, ya que permitirá "incorporar profesionales que, si no, difícilmente trabajarían con la administración" procedentes, por ejemplo, de la empresa privada.

Además, permitirá "generar ingresos propios, dando una mayor cobertura de gastos" y hará posible que se habilite al personal de la Dirección General de Aviación Civil para la tarea de inspección.

En su intervención, la ministra alabó la profesionalidad de quienes trabajaron, el 20 de agosto, en el plan de emergencias. Señaló que un plan "no es una carrera, sino que está articulado entre los tres niveles de Gobierno", local, autonómico, y "ha funcionado perfectamente".

Especialmente, teniendo en cuenta que "Barajas es muy grande" y que, cuando se decide activar el plan de emergencias, "los que acuden, no saben dónde se ha producido el accidente".

Álvarez agradeció el clima de colaboración de la Comisión y dejó claro que su intención es la de aportar la máxima información que es posible dar, partiendo de la base de que hay datos que "no conozco".

"Mi intención era evitar un debate a través de los medios de comunicación", añadió, en un momento en el que "aún se están recopilando los datos, antes de llegar a cualquier conclusión. Hasta no saber qué pasó, no deberíamos adelantar qué es lo que hay que cambiar".

Sostuvo que su deseo era "transmitir un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos españoles y extranjeros sobre nuestro sistema de seguridad aérea".

Un sistema que, como todo, "es manifiestamente mejorable; también lo es el sistema de seguridad, y en eso estamos trabajando. Pero se trata de un gran ámbito que no depende sólo España, sino que son protocolos establecidos por la UE", remató.