El dirigente popular enmarcó en esta campaña las recientes declaraciones del ex director general de la Guardia Civil José Antonio Sáenz de Santa María, así como las efectuadas por el presidente del Tribunal Constitucional para "descalificr" al juez Baltasar Garzón.

Sobre las opiniones del teniente general Sáenz de Santa María, Alvarez-Cascos llamó la atención sobre el amplio eco que han tenido por parte de Radio Nacional, Televisión Española y el diario "El País". "Sólo falta ya", ironizó, "que usen el 'Boletín Oficial del Estado' para institucionalizar este tipo de declaraciones, que tratan de exculpar al Gobierno y que al final implican aún más a Felipe González".

Alvarez-Cascos insistió en que si es verdad que el presidente de Gobierno no consintió la trama de los GAL ni manejó ilícitamente los fondos reservados no tiene sentido que ahora se ponga en marcha una campaña para justificar el uso de los fondos reservados y para descalificar a aquellos que critican al Gobierno.

Asimismo, el secretario general del PP acusó al Ejecutivo de promover un debate sobre la prisión preventiva, precisamente ahora que estánm entre rejas Julián Sancristóbal y Rafael Vera, y no a través del Código Penal sino de la ley del jurado.

"¿Es qe la sensibilidad socialista en torno a miles de ciudadanos a los que se les aplicó la prisión preventiva no importa, y sólo importa la sensibilidad cuando afecta a los hombres de carnet del Partido Socialista?", se preguntó Alvarez-Cascos.

El problema más grave de Felipe González es, según el dirigente popular, que la sociedad española no le cree, "porque tiene problemas con la verdad y con su propia conciencia". "González", añadió, "ha bloqueado todas las salidas que podrían permitir renovar la confanza, depejar incertidumbres y abrir nuevas expectativas a la credibilidad política y a la recuperación económica".

AFERRARSE AL PODER

El dirigente popular se preguntó las razones por la que un hombre que lleva doce años llevando las riendas del país y tiene acumulada una importante experiencia política tanto en el gobierno como en la oposición se "aferra desesperadamente" a su continuidad en el poder, estancando la crisis política en España.

A su juicio, sólo hay una razón que explica el compotamiento del jefe del Ejecutivo: Felipe González tiene miedo a lo desconocido y reacciona como cualquier persona presa del miedo, con actuaciones desconcertantes e inquietantes, pero, generalmente, siempre equivocadas.

Frente a esta situación, Alvarez-Cascos propuso como única alternativa el adelanto de las elecciones generales, aunque aclaró que como partido, al PP le conviene que los comicios se celebren cuanto más tarde mejor. "El problema es que cada día que pasa", precisó, "el coste para España d la continuidad de esta situación se hace cada vez más alarmante".

Por otra parte, Alvarez-Cascos, se refirió al apoyo que CiU presta al Gobierno y dijo que este hecho está provocando una "enorme" inestabilidad en el conjunto de la sociedad española. Añadió que Jordi Pujol tiene un concepto teocrático dde la democracia y está en la actualidad en el "Olimpo de los dioses", ya que cuando lanza sus opiniones lo hace desde la infalibilidad.

"Su programa (el de CiU) es el dogma y los demás están califcados. Pujol no acepta críticas ni practica la autocrítica y así difícilmente se puede llegar a acuerdos", indicó el secretario general del PP.

Tras mostrar su rechazo al apoyo que los nacionalistas catalanes siguen ofreciendo al Ejecutivo, Alvarez-Cascos consideró que algo tendrán de semejanza los problemas de Pujol y González, para que ambos estén empeñados en apoyarse mutuamente.

El dirigente popular aludió a la situación de la peseta y al riesgo de que la moneda española salga fuera del Sistea Monetario Europeo y pidió a González que se enfrente a un plan de choque para defender la economía española.