El anciano alumno fue expedientado en 1992 por la universidad hispalense después de mantener una acalorada discusión con una profesora que le acusó de copiar en un examen parcial de Derecho Civil en seguno de carrera.

Tras abrirle expediente, los responsables universitarios no sólo invalidaron las asignaturas aprobadas por Fernández Pérez en el curso 1991-92, sino que no le dejaron matricularse en los dos años académicos siguientes.

Según fuentes de la universidad demandada, un equipo de juristas de la misma abrió una investigación para esclarecer el incidente, llegando a la conclusión de que el alumno había sido sorprendido copiando el examen y que amenazó a la profesora que le sorprendió `in frganti', Asunción Marín Velarde, a quien también insultó.

Antonio Fernández Pérez negó que hubiese copiado el examen y señaló: "¡De qué me hubiera servido llevar chuletas si a mi edad sólo se estudia por vocación!".