Türk hizo esas consideraciones en una carta abierta a los delegados que participarán desde el próximo 30 de noviembre en la 28ª Cumbre del Clima -conocida como COP28- en Dubái (Emiratos Árabes Unidos).

"Durante décadas no hemos hecho lo suficiente", indicó Türk, antes de añadir: “Pero hay esperanza. Si nos alejamos resueltamente de decisiones miopes basadas en el interés propio, todavía tenemos una ventana estrecha para evitar que esta crisis se salga aún más de control y limitar el calentamiento a no más de 1,5 grados centígrados”.

El Alto Comisionado añadió: "Debemos actuar ahora, en solidaridad, colectiva y audazmente -con los derechos humanos en el centro- para remediar el profundo daño que ya se ha causado".

Destacó que la Cumbre se celebrará cuando el mundo cumple 75 años desde que se adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, por lo que llamó a los delegados que acudan a Dubái a “poner los derechos humanos -consciente y explícitamente- en el centro de toda la toma de decisiones climáticas en y más allá de la COP28".

Además, pidió una eliminación rápida y equitativa de los combustibles fósiles a través de una transición justa hacia la energía renovable y el compromiso con una acción climática basada en los derechos, incluso a través de regulaciones y cambios en los modelos de negocios que dañan, en lugar de mejorar, el disfrute de los derechos humanos.

También instó a los negociadores a garantizar que los resultados de la COP28 incluyan compromisos sólidos y viables para movilizar a la comunidad internacional, los gobiernos, las empresas y sus recursos para el avance de los derechos humanos, incluido el derecho a la vida, el derecho a un medio ambiente saludable, la protección del espacio cívico, una adaptación que empodere a las personas en situaciones vulnerables y medidas efectivas de reparación para abordar las pérdidas y daños por el cambio climático.