Castillo, bombero de profesión y profesor de la Escuela Andaluza de Montañismo de la federación regional de este deporte en Córdoba, encontró la muerte, junto a otros tres compañeros alpinistas mientras escalaban la pared central del Fréney, a 4.747 metros e altura.

Sánchez manifestó que el cádaver de Rafael llegará a Sevilla aproximadamente a las nueve y media de la mañana y será escoltado por dos coches oficiales, y "muchos más particulares", durante el trayecto desde Sevilla a Córdoba.

A la llegada del féretro a Córdoba, sobre las doce del mediodía, será velado en una capilla ardiente, instalada para la ocasión por sus familiares y compañeros en el salón de actos del Parque de Bomberos de la ciudad andaluza.

La misa por el alpinista fallecio se celebrará a las cinco de la tarde e inmediatamente después el cadáver será trasladado al cementerio de Montilla, el pueblo de los padres del fallecido, situado en las cercanías de Córdoba. La presencia de los medios de comunicación estará prohibida por expreso deseo de la familia.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Córdoba no hará ningún homenaje al fallecido por la negativa de la familia a organizar cualquier acto, aunque no descartan realizarlo pasado un tiempo, según afirmaron a Servimedia fuenes del consistorio.

Sánchez compredió la actitud de la familia, ya que "todos nosotros conocíamos al fallecido y no era partidario de estos actos". "Todos estamos muy afectados, porque aquí existe una relación mucho más fuerte que en cualquier otro tipo de trabajo", añadió.

El compañero de Rafael Castillo señaló destacó que "nadie había pensado que sucediera una cosa así y menos a él, porque era un auténtico profesional en esto, actuando siempre con mucha seguridad".