En rueda de prensa en el Congreso, Almunia realizó un balance muy negativo del primer periodo de sesiones de la nueva legislatura y de los dos primeros meses de gobierno de José María Aznar.

Para el dirigente socialista, el PP ha evidenciado en estas semanas que tiene unaprioridad clara en su acción de gobierno: "Obligar al Estado a ceder terreno en favor de intereses particulares".

En su opinión, las medidas fiscales o el proceso de privatizaciones abierto ponen de manifiesto claramente que el PP está utilizando el mismo "manual liberal" que empleó sin éxito la derecha en Estados Unidos e Inglaterra en los años 80, y que aquí está además aderezado por unas gotas de "casticismo" rancio.

El plan de privatizaciones mereció las críticas más duras en la evaluación qu hizo Almunia de los primeros meses de gobierno conservador. A su modo de ver, la estrategia privatizadora "sin límites y sin razones" que ha emprendido el PP sólo persigue "malvender con tal de vender" para beneficiar a unos intereses concretos y para "trampear" con los datos del déficit público.

Almunia denunció incluso que antes de la venta de algunas empresas públicas, el Gobierno de Aznar está "colocando" al frente de ellas a sus amigos para hacerles un "regalo".

Según el PSOE, la venta de dterminadas empresas públicas puede afectar gravemente a la economía española. "De seguir así, tendremos en dos años un estado raquítico y un sector público incapaz de hacer frente a los desafíos del país", advirtió.

DESPRECIO AL PARLAMENTO

El portavoz socialista censuró también al PP por el "desprecio al Parlamento" que está cometiendo desde el Ejecutivo al estar utilizando tan a menudo la vía del real decreto ley.

Almunia dijo tener constancia, aunque no datos que lo avalen, que algunos de ests decretos como el de reforma del Insalud o el referido a la liberalización del gas se han redactado "fuera de la Administración" por determinados grupos de interés implicados en esos sectores, y luego el Gobierno se ha encargado de publicar los errores en el Boletín Oficial del Estado.

En su enumeración de críticas al Gobierno de Aznar, el dirigente del PSOE destacó las medidas fiscales, que señaló que sólo benefician a los más ricos, y los ceses en organismos públicos como RTVE, que afirmó que "no tenen nombre".

A ello sumó la renuncia expresa que ha hecho el PP a algunos objetivos de su programa electoral, como el cumplimiento íntegro de penas para los terroristas o su modelo de servicio militar.

Para terminar, bromeó señalando que la única persona del Gobierno que no se ha equivocado hasta la fecha es la ministra de Justicia, Margarita Mariscal, que ha reconocido que se siente orgullosa de formar parte de un gobierno "conservador".