ALMUNIA GARANTIZA A LOS EMPRESARIOS QUE SU GOBIERNO RESPETARA EL PACTO DE ESTABILIDAD Y LLEGARA A LAS 35 HORAS "VIA NEGOCIACION"

- Acusa al Ejecutivo del PP de "privatizar mucho y liberalizar lo mínimo", y apuesta por una cominación de las dos cosas

BARCELONA
SERVIMEDIA

El candidato del PSOE a La Moncloa, Joaquín Almunia, envió hoy un mensaje de tranquilidad a los empresarios, al garantizar que un Gobierno socialista y de Izquierda Unida garantizaría el cumplimiento del Pacto de Estabilidad y llegaría a la jornada laboral de 35 horas "vía negociación".

Almunia, junto a los líderes del Partit de los Socialistas Catalanes (PSC), presentó sus propuestas económicas a cerca de 300 empresarios de Cataluña conregados en un hotel de Barcelona. Entre ellos, estaban los máximos responsables de la patronal Fomento del Trabajo, Wintenthur, Banco Sabadell, Tusquets, Planeta, Vicens Vives, Yamaha España, Caixa Cataluña, General Optica, y Ercros.

A todos ellos les explicó que no hubiera firmado un acuerdo de Gobierno con Izquierda Unida si la coalición no hubiese aceptado un acuerdo que les sitúa "en el marco de la gobernabilidad" y que garantiza el cumplimiento de todos los compromisos de España.

El líder soialista recordó que los dirigentes de lo que ahora es Izquierda Unida jugaron un papel importante en la transición y "lo deben seguir jugando", y reforzó su mensaje de tranquilidad reiterando que el marco de la Unión Europea y del euro "es el idóneo" para que nuestro país se plantee todos sus objetivos.

Ante un auditorio formado íntegramente por empresarios, Almunia expuso las bases de un programa "claro, nítido, sin medias tintas", que pretende responder a dos cuestiones: cómo crecer más y de forma etable, y cómo repatir la riqueza de forma equitativa sin poner en riesgo el pacto de estabilidad.

Después de detallar algunas medidas concretas para responder a estos dos objetivos, el candidato aseguró a los empresarios que, aunque su programa tiene un coste económico evidente, el único límite a este coste "y así está expresamente recogido en el programa", es el cumplimiento de ese pacto de estabilidad.

Al hablar del primer objetivo, el crecimiento estable, Almunia subrayó que España ha mantenid constante el nivel de inversión a pesar de aumentar su crecimiento y, en relación al anterior periodo expansivo, el comprendido entre 1986 y 1992, la inversión ha descendido.

PRIVATIZAR Y LIBERALIZAR

Para combinar acompasar la inversión al crecimiento, el candidato socialista abogó por reforzar el sistema educativo y aumentar así el capital humano, incentivar el uso de las nuevas tecnologías, potenciar las infraestructuras tradicionales y también las de telecomunicaciones, impulsar la creación de nevas empresas, y fomentar la competitividad entre ellas.

Para facilitar la creación de nuevas empresas, Almunia defendió la eliminación de trabas burocráticas y financieras a los negocios emergentes. Para reforzar la competitividad, abogó por combinar de forma adecuada la privatización y la liberalización.

En este punto, Almunia introdujo una dura crítica al Gobierno del PP, al asegurar que ha eliminado los controles que existían con el sistema público pero no ha preparado de forma suficiente a ls organismos reguladores del sector privado, y además "ha privatizado mucho pero ha liberalizado lo mínimo".

La consecuencia, prosiguió, es que actualmente "hay una falta de competencia notable, una oligopolización extraordinaria, una politización de esos oligopolios rechazable" y todo ello repercute además en costes añadidos para los usuarios de los servicios que prestan esos oligopolios.

En cuanto al segundo gran objetivo, el reparto equitativo de la riqueza, Almunia garantizó a los empresariosque su Gobierno no subirá los impuestos, mantendrá la carga fiscal, pero corregirá los "injustos" desequilibrios entre el tratamiento de las rentas del trabajo y las de capital, y recuperará el sistema fiscal de plusvalías anterior a 1996.

En su reflexión sobre el mercado laboral, y a preguntas de los empresarios, Almunia explicó que la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales es un objetivo al que se debe llegar "vía negociación". Sin embargo, puesto que esa negociación es en muchos casoscompleja y las empresas son reticentes, consideró necesario establecer un marco de incentivos a esa reducción de jornada.

En este punto, Almunia insinuó también la falta de eficacia que tendría, desde su punto de vista, "un plan de movilidad" como el presentado por el Gobierno, al subrayar que las características de nuestra sociedad y de nuestro mercado laboral hace que la movilidad "sea muy difícil".

(SERVIMEDIA)
16 Feb 2000
CLC